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De Dubái a Zara: las grandes fortunas que apuestan por Brickell
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En los últimos meses, Brickell ha pasado de ser solo el corazón financiero de Miami a convertirse en el tablero donde se mueven las fichas más grandes del mercado inmobiliario global. Fondos internacionales, multimillonarios europeos y gigantes del real estate estadounidense han cerrado operaciones de alto calibre, confirmando que este barrio es hoy un punto estratégico para invertir en la ciudad/.

En junio, Simon Property Group desembolsó US$548,7 millones para adquirir la parte comercial de Brickell City Centre, incluyendo retail de lujo y estacionamientos. Con esta operación, el mayor operador de centros comerciales de Estados Unidos se aseguró el control total de uno de los complejos más emblemáticos de la ciudad.

En agosto, Kerzner International, creadora del resort Atlantis en Dubái, pagó US$45 millones por un terreno frente a Brickell City Centre. Allí planea desarrollar un proyecto de uso mixto que combinará hotel de lujo, residencias y espacios comerciales, ampliando la oferta de alta gama en la zona.

Pocas semanas después, Blackstone sumó un movimiento clave: la compra del hotel EAST Miami, con más de 350 habitaciones. Considerado un ícono de la hospitalidad contemporánea, este activo consolida la apuesta del fondo por los proyectos premium en el corazón de Brickell.

A este escenario se suma Pontegadea, el family office de Amancio Ortega, dueño de Zara, que concretó la adquisición del Sabadell Financial Center por US$275 millones. Con ello, Brickell no solo atrae a fondos institucionales, sino también a los patrimonios europeos más influyentes.

El resultado es inequívoco: Brickell concentra hoy las inversiones más ambiciosas de Miami y se proyecta como el lugar donde se definirán las próximas décadas del mercado inmobiliario en la ciudad.